El frío me da hambre

Como ya saben, aquí en Perú ya entramos al Otoño, el sol no se ve más y eso me tiene contenta... en partes.

Siempre he dicho que amo las estaciones en donde hace tanto frío que se me congela todo el cuerpo. Amo esos maravillosos 6 meses en donde el bendito sol no me hace ver más negra de lo que soy y puedo andar por las calles feliz sin que mis ojitos [que son demasiado sensibles] sufran alguna asquerosa infección por culpa de él.

Pero como toda la vida está formada por opuestos para que esté equilibrada, esta maravillosa etapa [para mí] tiene su lado malo. Y es que me da mucha hambre xD.

Sí, es en esta etapa en donde pierdo todo el control que pude haber tenido en el veranito para no atragantarme con los deliciosos potajes que prepara mi mamá, para pasarme de largo ante una pizzería sin arrepentirme o para dejar de comer todos los días mis snacks favoritos y estar de lo más tranquila; y empiezo a tragar como naúfrago recién rescatado.

Pollito asao'

Pizzamanía

Mi rico Combo Clásico 1

ChijauKai

Cheeseburger de Bembos

Me casaré con el piqueito *.*

Pa'l cine pe'

Y la lista podría continuar. Son cosas demasiado ricas, que el invierno no me permite dejar pasar.

Ahora, gracias a la gastritis y a la dieta que me mandó Mamá MaTT, peso 49 kgs. [sí, quien lo diría], cuando comience el veranito otra vez, les diré si subí horrorosamente de peso o si me pude resistir a todas esas delicias y no morí en el intento.

Samantha