Desde hace menos de un mes lo encontré. ¿A quién? A Jesús.
Antes creía equivocadamente (como muchos) que Él estaba a mi lado a pesar de las cosas que hacía, y que me iba a ayudar de todas maneras porque era mi padre, porque me lo merecía o sencillamente porque es Dios. Pero NO, no es así. Él dijo una vez "Ayúdate que yo te ayudaré", y de la manera que actuaba no me estaba ayudando, era por eso que no encontraba la paz que buscaba y necesitaba para ser feliz.
Ahora puedo decir que soy feliz porque tengo a Jesús en mi vida. Y tenerlo en mi vida, estar en su camino no es precisamente fácil, aparte de que el jodido demonio no quiere dejarme en paz y está picón porque ya renuncié a él para siempre, se me están presentando pruebas que sabía que tenía que afrontar, pruebas muy difíciles que yo sé que puedo superar, porque simplemente ya no estoy sola.
Admito que todo este tiempo que estuve alejada del Señor fue porque tenía miedo de sufrir, yo sabía que no iba a ser fácil, por eso fue que me resistí por tanto tiempo. Pero ahora no me importa, porque todas estas pruebas me acercan más a Él y me hacen más fuerte cada día. Ahora sólo le agradezco por todo lo que me da y lo que no me da, porque Él sabe lo que hace y lo que es mejor para mí.
Confiaré en Él siempre.
Amen!
Samantha
P.D.: Si esto les suena a broma, es chistoso, no creen en mi cambio o les parezco hipócrita, pues... ¡Que Dios l@s bendiga! :).
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